Mi contacto con el Libro
La llegada de este libro a mi
vida fue una mera causalidad, de esas que no te esperas o que esperas poco. Me
gusta leer libros, pero pocas veces tengo la oportunidad de comprarlos; el día que rompí mi cochinito para ir a una
feria del libro no pudo ser mas accidentado, después de caerme un verdadero diluvió, llegué, tarde,
pero llegué, a la plaza del Zócalo, buscando el Palacio de minería, encontré la
dirección y unos pequeños puestos con libros en un callejón.-Oh! ¿Esta es la
feria del libro? -Me pregunte- la imaginaba mas grande.- Por supuesto no era la
feria del libro y ahora no me molesta haberme equivocado. No buscaba un libro o
un autor en especial, tal vez algo que alimentara mis fantasías y me ayudara a
crear otras. Quizás fue la portada, quizás el pequeño formato, quizás el viejo
barbón que me lo recomendaba, muy seguramente las palabras escritas de su
anterior dueño, que atentamente subrayaba y ponía referencias, y en la pagina
final, la fecha ultima en que lo leería por ultima vez. Aún tengo ese
sentimiento de orgullo como el que se tiene al encontrar un tesoro.
Y aunque
las palabras se me dificultan, decidí dedicar este ensayo a Jorge Luis Borges,
uno de mis autores favorito: expresivo, intrigante, reflexivo y mágico.
Objetivo
Este ensayo tiene por fin,
analizar 2 de los temas recurrentes de la literatura de Jorge Luis Borges, La
inmortalidad y los recuerdos, a través
de la comparación de algunos de sus cuentos contenidos en “El Aleph”.
Jorge Luis Borges, autor
argentino creador de cuentos y poemas fantásticos con temas tanto de
metafísica, matemáticas, teología y filosofía utópica. En los cuentos “El
inmortal y el Aleph” refiere mucho de sus estudios y temores.
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En el cuento de “El inmortal”,
el personaje Marco Flaminio, busca,
por suertes del destino y por esperanza ajena, el río cuyas aguas dan la
inmortalidad; encontrándola, conociendo a varios personajes y teniendo
vivencias de múltiples épocas, llega el día en que entiende, que la inmortalidad
es una maldición, envidiando a los patéticos mortales, cuyas vidas tienen
sentido porque siempre tienen presente que sus acciones pueden ser las ultimas.
Marco Flaminio se va de
solo imaginar como se siente el ser inmortal y como son los inmortales, a
vivirlo, lo cual lo lleva a olvidar ciertas cosas y a grabar otras en su
memoria.
Ambos temas van de la mano, es
decir, para Borges, los recuerdos conllevan a la vivencia de otro yo, guardando
memorias fantásticas que quizá nunca pasaron o no pasaron como en “realidad
sucedieron” al coleccionar estas vivencias ajenas, el hombre colecciona también
su sabiduría y experiencias lo cual le da el estatus de inmortal .
Cuando Marco Flaminio, llega a la ciudad de los inmortales,
que da maravillado por sus construcciones, que en inmediatez, sugiere como
divinas, solo pudiendo ser construidas por inmortales; mas tarde recorriendo
los edificios, se da cuenta de que es un caos, de que ninguna edificación tiene
razón de ser y de que su sola existencia contamina el mundo. En esta parte del texto sugiere en forma de
metáfora, la verdadera naturaleza de los inmortales. Viviendo eternamente sin
sentido y quizá también contaminando el mundo con su existencia.
En el fragmento “Soy dios,
soy héroe, soy filósofo, soy demonio y soy mundo, lo cual es una fatigosa
manera de decir que no soy”1 Borges explica que el “Yo” de Marco
Flaminio ha desaparecido, ahora es todo y nada, una colección de identidades y
experiencias que ahora no le permiten ser “él” sino “ellos”.
El cuento también esta
configurado para parecer un bucle infinito, narrando una historia dentro de
otra, cambiando de narrador y cuestionándose la veracidad y razones de lo
escrito, como el lector mismo puede estar haciendo, y el lector del lector y
así infinitamente, “Entre los inmortales, en cambio, cada acto (y cada pensamiento) es el eco de
otros que en el pasado lo antecedieron, sin principio visible, o el fiel
presagio de otros que en el futuro lo repetirán hasta el vértigo…”2
En el cuento principal “El
Aleph” , un Borges dolido por la perdida de Beatriz, se da cuenta que en el
momento en que ella muere, las cosas que solían estar a su alrededor, que el
universo mismo, indudablemente siguen cambiando, sin favoritismos. Decidido,
esta seguro que él recordara a Beatriz, y que de esa forma vivirá en él. En la
que era su casa, encontrará el Aleph, que le mostrara el universo entero, la
vida y muerte, el todo y la nada.
Temeroso de que ni una cosa
quedara en el mundo capaz de sorprenderle, huye buscando explicaciones y
esperando que todo aquello se lo lleve el tiempo y el sueño; La casa de Beatriz
es derrumbada y con ella sus recuerdos,
se da cuenta que ahora apenas y puede recordar sus rasgos y que el
Aleph, quizá no era un Aleph, ahora dudando de su veracidad.
Nuevamente en este cuento, se
da la referencia a lo infinito, El Aleph representa el universo mismo
colapsándose en un pequeño espacio debajo de la escalera en la casa de Beatriz,
en el cual, se podían ver las pequeñas y grandes cosas conectadas entre si como
un todo en un ciclo dentro de otro ciclo.
Borges se siente temeroso de
que nada lo sorpréndase mas, perder su
individualidad y una parte de su humanidad al conocer las maravillas del Aleph,
al igual que lo haría en “El inmortal”.
La preocupación que tiene por
no perder el recuerdo de Beatriz hace que rememore una y otra vez sus
fotografías para recordar sus vivencias, por ello esta convencido de que si la recuerda
de alguna forma seguirá viviendo. En
cuanto a los recuerdos, algunos estudios sobre la memoria hechos por la
universidad de Cambridge, sugieren que la memoria es maleable y el cerebro
puede interpretar recuerdos de forma dudable. Por lo cual, si se nos presenta
una fotografía retocada en donde estemos en un lugar que no recordamos, es
posible que nuestro cerebro trate de hacer conexiones y la mayoría de las veces
se nos construyan recuerdos falsos. Por
lo tanto es valido que se nos presente la idea de que “recordar es vivir”. Al
ser derrumbada la casa de Beatriz, sus fotografías y recuerdos vertidos en ella
se conectan con el sentimiento de olvido que siente Borges al final de la
narración.
Conclusiones
Para mí, los cuentos de Borges,
son una forma práctica y hermosa de ser inmortal. El solo hecho de leer un
libro y acercarse al personaje en primera persona, nos hace vivir una vida
prestada, tener memorias que hacemos nuestras, porque indudablemente sentimos,
porque las palabras tienen fuerza y por
ello nos gustan tanto.
Las memorias son tan
importantes porque de ellas se nutre nuestra naturaleza, nuestra forma de
vivir.
: “La muerte es una vida vivida. La vida es una
muerte que viene.” Jorge Luis Borges
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1 Borges, 1971, pp 24
2 Borges, 1971, pp 26
Bibliografía
Borges Jorge Luis, El Aleph,
octava edición, 2002, el libro de bolsillo, biblioteca de autor, Alianza
Editorial.
Serie “Estudios sobre el
cuerpo humano”, BBC de Londres, 2008.
